Comer en Málaga es como viajar con el paladar: cada plato tiene su propia historia. Desde el olor irresistible a sardinas asándose en la playa hasta ese sabor dulzón a almendras típico de los conventos, aquí cada bocado habla por sí mismo. La cocina malagueña es así: mediterránea hasta la médula, alegre por naturaleza y con un equilibrio genial entre tradición e innovación.
La gastronomía malagueña ha heredado sabores de romanos, árabes, cristianos y, sobre todo, del ingenio de quienes viven aquí. Con ingredientes estrella como el aceite de oliva virgen extra, el pescado fresco, las almendras y los vinos con Denominación de Origen, lo que empezó siendo humilde, ahora presume con razón de identidad propia.
Espetos de sardinas
¿Has visto alguna vez esas barquitas en la arena con sardinas ensartadas sobre el fuego? Eso es Málaga en estado puro. Preparados con brasas de leña de olivo, especialmente buenos en los meses cálidos (esos que no llevan «r»), estos espetos parecen simples, pero cuando los pruebas entiendes por qué son tan famosos.

Porra antequerana
Espesa, fresquita y deliciosa. Prima hermana del salmorejo, esta crema fría típica de Antequera lleva tomate, pan, aceite, ajo y pimiento, adornada con huevo cocido y trocitos de jamón. Ideal para los días que el calor aprieta, perfecta para mojar pan sin culpa.

Ajoblanco
¿Nunca has probado el ajoblanco? Una sopa fría, cremosa, hecha con almendras, pan, ajo y aceite. Acompañada con uvas o melón, el contraste es increíble. Refrescante y ligera, sigue siendo una salvación en verano desde tiempos de Al-Ándalus.

Sopa perota
De Álora, directa al corazón. Esta sopa campesina se prepara con ingredientes sencillos: pan duro, tomate, cebolla, pimiento, ajo y patatas. El resultado es un plato que te reconforta y calienta en días frescos.

Gazpachuelo
Extraña la primera vez que lo ves, conquista al primer sorbo. Caldo marinero mezclado con una mahonesa casera, patata, merluza y, a veces, gambas. Una combinación curiosa pero deliciosa, perfecta para sorprender al paladar.

Ensalada malagueña
Patata cocida, bacalao, naranja fresca, aceitunas aloreñas, huevo y cebolleta. Dulce, salada y muy refrescante, esta ensalada es un plato imprescindible cuando llega el calor.

Chivo lechal malagueño
Aquí viene una joya. Criado en libertad en las sierras, este cabrito malagueño tiene una carne tierna y llena de sabor. Asado lentamente con ajo y vino, siempre protagoniza comidas familiares y ocasiones especiales.

Plato de los montes
Esto es energía pura. Un clásico serrano con chorizo, lomo en manteca, morcilla, huevos fritos, patatas y pimientos. Lo que fue comida humilde para jornaleros hoy es un imprescindible para quien quiere probar Málaga a lo grande.

Fritura malagueña
Boquerones, calamares, cazón, salmonetes… Pequeños, frescos y crujientes, fritos en aceite de oliva virgen extra. Se comen en cucuruchos junto al mar, compartiendo risas y cervezas frías.

Boquerones vitorianos
Pequeñitos, sabrosos y muy malagueños. Los boquerones de Málaga se disfrutan fritos, en vinagre o con limón, y no faltan en ningún bar que se respete.

Conchas finas
Si buscas frescura, aquí la tienes. Estos moluscos apenas llevan limón, sal y pimienta, ideales como entrante ligero en una terraza junto al mar.

Campero malagueño
¿Quién dijo que un bocadillo no puede ser famoso? El campero es redondo, prensado y lleva jamón cocido, queso, tomate, lechuga y mayonesa, aunque en Málaga cada bar lo prepara a su manera.

Berenjenas con miel de caña
Herencia árabe que sigue encantando. Crujientes por fuera y suaves por dentro, cubiertas con miel de caña, estas berenjenas son irresistibles.
Caldillo de pintarroja
Para los días fríos, nada como esta sopa caliente y picantona con pintarroja, pimentón y guindilla. Calienta y anima, garantizado.
Tortas locas
El nombre lo dice todo. Dos capas crujientes de hojaldre, rellenas con crema, cubiertas con glaseado naranja y una guinda encima. Dulce, vistosa y muy de Málaga.

La torta malagueña
Bizcocho húmedo con almendras, pasas y a veces un toque de moscatel. Este dulce casero es un auténtico abrazo en cada bocado.
Bienmesabe
Dulce conventual, denso y almendrado. Almendra molida, huevo, azúcar y cabello de ángel dan vida a este tesoro goloso, parecido al mazapán pero aún más delicioso.
En definitiva, Málaga no solo se disfruta con la vista, sino especialmente en cada bocado. Si te apetece vivir esta experiencia culinaria como se merece, en nuestro restaurante en Málaga, Mesón El Cántaro te esperamos con platos auténticos que honran la tradición. A pocos minutos del centro de Málaga, aquí tienes tu sitio para disfrutar en familia, pareja o en tus celebraciones especiales.
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